Sobrevivir para trabajar o trabajar para morir

por Adriana Carmona, Marcelo Graciosi y Maximiliano Román


El pasado 28 de noviembre se conoció la noticia de la muerte de dos maestras y un profesor cuando la embarcación que los trasladaba se hundió en el río Paraguay. Los tres docentes regresaban a Puerto Pilcomayo después de dar clases en la Escuela N° 171 de la Isla Buey Muerto. En la provincia de Formosa. Este caso, el último en una serie de muertes de docentes que iban o venían de sus lugares de trabajo. El dilema de vivir para trabajar o trabajar para vivir en este sistema económico ha llegado al extremo de convertirse en sobrevivir para trabajar. Hasta cuando seguiremos naturalizando la muerte de trabajadores por falta de condiciones dignas. Las siguientes líneas invitan a la reflexión, a tratar de entender lo que está pasando, desde una perspectiva critica social y a modo de expiación de culpa por ser parte de una sociedad que no hace nada ante el avasallamiento de nuestros derechos.

El hecho social

A colación de este trágico suceso, no podemos dejar de mencionar el femicidio de la bibliotecaria Erica Torres, quien se encontraba “haciendo dedo” el viernes 24 de mayo de este año, para concurrir a su lugar de trabajo la Escuela N°266 de la localidad de Charata. O la muerte de Carmen Soria en marzo de 2024, quien durante la siesta se dirigía de regreso a su hogar luego de una jornada de trabajo con 50 grados de sensación térmica en la escuela especial de Estanislao del Campo, donde a la vera de la ruta 81perdió el control de su motocicleta y falleció producto de un golpe de calor. Tampoco podemos dejar de mencionar el testimonio de una trabajadora de la E.N.S Nº 19 de la localidad de Corzuela quien el martes 21 de mayo del corriente hizo dedo para concurrir a su lugar de trabajo y sufrió un intento de abuso. ¿En qué medida podemos decir que estas muertes y abusos sexuales dejan de ser accidentes o hechos aislados y configuran hechos sociales?

Bajo la perspectiva de Emile Durkheim los hechos sociales “consisten en modos de actuar, pensar y sentir exteriores al individuo, y están dotados de un poder de coerción que se imponen sobre el” (Durkheim, p.40-41). En nuestro caso, vemos que viajar en lancha o viajar a dedo configuran hechos que se imponen a las docentes. Es una realidad exterior que a la vez las constituye como sujetos. Viajar a dedo es, de este modo, un hecho social, de la misma manera que es un hecho social morir o ser abusado en dicha actividad. La denominada evidencia empírica y el conteo de los casos permitiría incluso precisar el riesgo.

Por otra parte, la naturalización de este fenómeno que se puede apreciar en expresiones como “si sos docente ya sabes que tenes que hacer dedo”; indica que la coacción no es solo sobre un modo de obrar, sino también sobre la forma de pensar y sentir.   

En consonancia con lo dicho, este miércoles 27 de noviembre de 2024 un portal de noticias de la ciudad de Resistencia provincia del Chaco recoge testimonios de docentes que hacen dedo todos los días para ir a trabajar con el titular de “vocación pura”. Nuevamente, desde la óptica de Durkheim, la vocación no deja de ser un hecho social. El compromiso, el apego, el llamado a la tarea docente es también una imposición exterior al individuo, aunque no sea percibida como tal.   

¿Pero se trata realmente de vocación?

Si nos planteamos una aproximación desde materialismo histórico a la realidad de muchos docentes que viajan todos los días a dedo recorriendo más de 100 kilómetros (dedicando más tiempo a viajar que enseñar); la “vocación pura” se nos evapora y nos encontrarnos lisa y llanamente con las condiciones denigrantes de trabajo de la capa más pauperizada de trabajadoras de la educación. Estas condiciones de trabajo se ligan con la explotación en la medida en que se extrae fuerza de trabajo por un salario ínfimo y a la vez la tarea supone un alto grado de vulnerabilidad.

Sin embargo, el hecho de que este año, 5 trabajadores de la educación no sobrevivieron a su día de trabajo implica algo más. La explotación del trabajo de las docentes que residen en localidades distantes de las urbes donde consiguen empleo expone a un doble riesgo ligado al cuerpo de las mujeres, la virtualidad del abuso o la muerte indican un cruce, una “interseccionalidad” entre la violencia de la explotación del trabajo con la violencia de genero.

Normalización de las muertes excepcionales

Hace unos años atrás Damian Navarro, docente e investigador de la UNNE realiza una investigación explicando el tratamiento social de las muertes. Este autor explica como hay muertes “normales” y muertes excepcionales. Las muertes normales ocurren por edad avanzada o enfermedad incurable y otras similares; por supuesto que generan tristeza, pero no producen conflictos. Las muertes excepcionales en cambio “movilizan a la población, el carácter de evitable produce en el conjunto de la población una reacción que requieren una canalización, y a veces toma la forma de reclamos. Es como si provocaran una especie de exceso, que la población no puede soportar, y que es necesario sea colonizado” (Navarro. 2021). Existen, sin embargo, una serie de casos que reúnen varias de las propiedades para ser considerados excepcionales, y que, a pesar de ello, no producen reclamos o conflictos significativos en la sociedad, explica Navarro (2021 p.195) “en ellos se observa un proceso de invisibilización o normalización de las muertes, que presentan características excepcionales, esto es, que se han dado de manera tal que escapan a la naturalidad de los procesos biológicos. Sin embargo, han sido incorporadas a la dinámica social sin producir modificaciones significativas, han sido normalizadas.”  

Normalizar las muertes de trabajadoras de la educación invisibiliza las condiciones de explotación en las cuales estas muertes se producen:

  •        Falta de medios de trasporte adecuados
  •        Falta de salarios que permitan el acceso a un trasporte adecuado
  •        Falta de condiciones laborales adecuadas

Siguiendo con la tesis de Navarro “esta situación está posibilitada por las condiciones estructurales de las provincias en donde acontecieron, provincias pobres, escasamente industrializadas y donde el principal dinamizador de la economía es el empleo público” (2021, p.196), y fundamentalmente donde las trabajadoras de la educación se convierten mercancías fácilmente remplazables.

Finalmente, este autor señala que la presencia o ausencia de organizaciones sociales podría ser un factor que contribuya a la normalización de las muertes de trabajadores, sin embargo, en el caso de los docentes, existen mas de 10 organizaciones gremiales en cada una de estas provincias y una organización nacional. ¿Qué ocurre entonces? ¿Son muertes que importan?

Nuestra apuesta con este pequeño análisis es dar un paso necesario al hacer observable las formas en que opera una violencia tolerada: la de docentes mujeres que con el transitar del día sortean o no situaciones apremiantes.

Esta apuesta en el plano de la toma de conciencia tiende a producir una ruptura al colocar como eje hechos sociales opresivos, ruptura que consiste en vincularlos con contradicciones del orden social pero también con las propias contradicciones de nuestra mirada que condena los hechos pero a la vez los naturaliza.

 

Fuentes y bibliografía

“Una bibliotecaria fue brutalmente asesinada en Chaco: el femicida tenía una condena por abuso”. Infobae, 26/05/2024. Recuperado de: https://www.infobae.com/sociedad/policiales/2024/05/26/una-bibliotecaria-fue-brutalmente-asesinada-en-chaco-el-femicida-tenia-una-condena-por-abuso/

“Desgarrador testimonio de una docente que hacía dedo para ir a trabajar: ‘Pará o me tiro’". Diario Norte, 24/05/2024. Recuperado de: https://www.diarionorte.com/264233-desgarrador-testimonio-de-una-docente-que-hacia-dedo-para-ir-a-trabajar-para-o-me-tiro

“Vocación pura: docentes chaqueños recorren más de 100 kilómetros diarios para enseñar a sus alumnos”. Diario Tag, 27/11/2024. Recuperado de: https://www.diariotag.com/174350-vocacion-pura-docentes-chaquenos-recorren-mas-de-100-kilometros-diarios-para-ensenar-a-sus-alumnos

“Formosa: una docente murió tras perder el control de su moto”. Diario Norte, 14/07/2024. Recuperado de: https://www.diarionorte.com/256641-formosa-una-docente-murio-tras-perder-el-control-de-su-moto

“Murieron dos maestras que volvían de la Isla Buey Muerto tras darse vuelta su embarcación”. Diario La Mañana, 28/11/2024. Recuperado de: https://www.xn--lamaanaonline-lkb.com.ar/noticia/89357/murieron-dos-maestras-que-volvan-de-la-isla-buey-muerto-tras-darse-vuelta-su-embarcacin/

 “Hallaron el cuerpo sin vida del docente Rodolfo Ferraut”. Diario La Mañana, 29/11/2024. Recuperado de: https://www.xn--lamaanaonline-lkb.com.ar/noticia/89380/hallaron-el-cuerpo-sin-vida-del-docente-rodolfo-ferraut/

Durkheim, Émile (2001). La división del trabajo social. Madrid: Akal.

Navarro, Cosme Damián (2021) La normalización de la excepción. El conflicto ausente en el trata- miento social de la muerte en el Nordeste Argentino. Recuperado de https://repositorio.unne.edu.ar/handle/123456789/27499