Arriba: Oficinas de Vicentín (2020) - Abajo: La forestal (1931)
El presente análisis
busca evitar cierto sentido común circulante sobre el proceso de expropiación
de Vicentin. Cuando decimos evitar el sentido común aludimos a una visión
abigarrada, contradictoria, parcial y asistemática de la realidad (Gramsci,
1981). Partimos aquí de las Contribuciones de la Economía Política Crítica que
cuestiona la tesis de la Economía Liberal Clásica que sostiene que el
capitalismo se expande gracias a la iniciativa burguesa en pos de ganancias. La Economía Política Critica va a sostener una
tesis muy diferente al considerar que dicha ganancia se construye en base a la
explotación de manera constante y eficiente de la fuerza de trabajo, única
capaz de crear nuevo valor. A la vez, la comprensión de la implantación de
actividades capitalistas en territorios no capitalistas significan la
expropiación de los anteriores modos de vida y la constitución de relaciones
sociales basadas en la compra venta de trabajo (Marx, 2005; Harvey, 2005).
Esta perspectiva crítica
considera a la vez que la competencia capitalista tiende a producir cíclicamente
la imposición de algunas empresas sobre otras, y, por ende, quiebras y cierres
de las mismas. En algunos casos las mismas empresas proyectan explotaciones capitalistas
por un plazo de tiempo, (generalmente marcados por la duración de ciertos
recursos naturales, o el que permita la explotación sin trabas de la fuerza de
trabajo). Es usual también, que los
dueños de empresas realicen toda clase de movimientos que son atentatorios de
su propia empresa en términos capitalistas, estos pueden ser vaciamientos que se
dirigen a asegurar el patrimonio de los dueños a costa de la destrucción de la
empresa, (que también es la destrucción del empleo de los trabajadores). Otras burguesías
torpes simplemente no logran responder a las reglas de la acumulación del
capital y quiebran. A estas probabilidades de crisis empresariales que devienen
en cierres se le pueden agregar un sinfín de variantes que resultan de múltiples
combinaciones. Veremos brevemente el caso de la apropiación de capitales del
territorio chaqueño a principios de siglo XX.
La expansión del capital industrial en el Chaco Contemporáneo
La historia del Chaco contemporáneo es un
ejemplo de territorio gestado por la expansión del capital. Específicamente por
lo que se denomina economía de enclave (empresas que establecen el monopolio de
una actividad productiva y regulan el conjunto de la vida social en un
territorio). La “Forestal” y el "Ingenio Azucarero Las Palmas del Chaco
Austral" fueron dos enclaves que transformaron el espacio y el modo de
vida en el Chaco.
La “Forestal” fue una corporación que
monopolizo la producción de tanino a escala global llegando a explotar cerca de
65.000 obreros para el año 1948 (Cfr. Roze, 2007 p. 39). Solo para tener una dimensión
del grado y la escala en que transformó el territorio chaqueño haremos mención
a algunos datos de este proceso de apropiación:
La Forestal
Land, Tímber & Raílway Company adquirió más de un millón de hectáreas de
bosques en el norte de Santa Fe y el Chaco, donde operaba aserraderos y plantas
de extracción de tanino de la madera de quebracho. Poseía, además, extensos
establecimientos de cría de ganado. La compañía exportaba el tanino y los
troncos de quebracho y llegó a poseer, en poco tiempo, el control mundial de
esos mercados. El tanino era particularmente importante por su extendido uso en
el curtido de cueros. Para evitar la competencia, la Forestal absorbió a la
mayoría de las empresas de la región dedicadas a esa actividad adquiriendo o
arrendando los bosques que las proveían de quebracho. En otros casos efectuaba
acuerdos sobre precios y cuotas de producción con algunos de sus competidores
más pequeños. De esta forma, fue construyendo un gran imperio y, cuando se
desató la Gran Guerra, era, junto con Liebig el más importante terrateniente
extranjero de la Argentina (Bitlloch y Sormani, 1997).
En 1948 la empresa
avanza con una política de reducir la explotación del quebracho en beneficio de
la explotación de la mimosa en dos países africanos, Kenia y Sudáfrica, allí
encuentran nuevamente condiciones favorables, una extensa cantidad de árboles
todavía no depredados y la existencia de una mano de obra semiesclava.
Si nos preguntamos qué
quedo en pie de este enorme proceso de implantación de una economía de enclave,
sobresale el despojo.
Se fueron cerrando las fábricas, se levantaron los ramales secundarios
de ferrocarril, los pueblos fueron abandonados, y las tierras comenzaron a ser
ocupadas por otra actividad, la ganadería, que se desarrolló con
características marginales en relación a la pampa húmeda. Como señala Bruniard
(1978:56) “El impacto de una economía extractiva ligada al capital
internacional significó al cabo de 60 años la descapitalización del valor
natural de la región y el éxodo. En los abandonados pueblos factorías sólo
restaban unos pocos empleados estatales y algunos jubilados de la gran empresa
atados a la vivienda” (Carrio y Carlino, 2013 p. 60)
La “Forestal” cerró su
última fábrica en 1963 y con ello fue prácticamente destruida esa industria en
el país que subsiste de manera marginal en Chaco y Formosa controlada por
capitales franceses e italianos. Lo que deja la historia de La Forestal es una
gran fuga de recursos y un triple trauma colectivo: la masacre, la depredación
del bosque milenario de quebracho y el abandono. Lo que deberíamos preguntarnos
es cuantas Forestal hay en la actualidad en la Argentina (Jasinski, 2019).
En el Chaco subsisten
dos fábricas de tanino que han logrado cierto grado de innovación tecnológica y
diversificación en la producción tras la retirada de la Forestal. Indunor en la
localidad de la Escondida, planta instalada desde 1927 que es resultado de la
Fusion de Noetinger Lepetit con La Chaqueña, y que en la actualidad es parte
del Grupo Italiano Silva Team (hoy no solo produce Tanino sino también apunta a
la generación de energías). Unitam ubicada en Puerto Tirol es la continuadora
de la empresa de capitales franceses Quebracho marca Formosa. Que retomo lo que
fue la empresa Quebrachos fusionados luego de la retirada de la Forestal que la
había absorbido en su momento. En la actualidad Unitan también diversifica su
producción desde tanino para el vino hasta aditivos para madera, cartones hasta
alimentación animal (Fuente: blogs de Indunor y Unitan). Ambas empresas tienen
un fuerte peso en la vida económica, social, cultural y política de las
localidades donde están instaladas. En el caso de Indunor, el cierre de la
empresa implicaría la virtual transformación de la localidad en un poblado
fantasma tal como paso con el cierre de la Forestal.
El caso de la otra
economía de enclave del Chaco fue el “Ingenio Las Palmas”. El Ingenio las Palmas, o Ingenio Azucarero Las
Palmas del Chaco Austral fue fundado por los hermanos irlandeses Richard y
Charles Hardyen 1882, y llegó a tener una extensión de 100.000 hectáreas,
obtenidas como concesión del gobierno y a más de 5.000 obreros que en su
mayoría eran aborígenes. Tal como en el caso de la Forestal, la coacción
violenta fue el mecanismo que obligo indígenas y a población criolla correntina
y paraguaya a soportar las formas del trabajo.
Las huelgas y las
formas de resistencia de esta clase obrera indígena y criolla a principios de
siglo XX también constituyeron parte de la “crisis” de estas grandes industrias
chaqueñas que tenían como método privilegiado extraer riqueza natural con
salarios de pobreza (Iñigo Carrera, 1998).
Luego del fallecimiento
de los primeros dueños del Ingenio, la situación del establecimiento fue
empeorando paulatinamente con las sucesivas administraciones. El estado
nacional se hizo cargo del complejo industrial a partir de 1969 cuando comenzó
a darse el proceso de quiebra del establecimiento, que cerró definitivamente en
1991 y sus partes rematadas en 1993 (Piconi, 2011).
Tenemos así, en la
historia de la industria chaqueña una estatización a “valores de mercado” de
una empresa realizada por el gobierno militar encabezado por Ongania que
abogaba para la liberación de la economía (Manili, 2013). Dicha estatización
prolongaría la actividad económica de toda una localidad y daría trabajo a
cientos de familias, hasta que con su cierre crecería exponencialmente la
pobreza y la marginalidad social. La estatización no fue bajo el control
obrero, sino organizada como una actividad capitalista de estado.
La apropiación de empresas por los trabajadores. El caso del Chaco en la
historia reciente
Un proceso de corte muy diferente, que ya no
se corresponde especialmente con el cuadro mundial de la crisis del capital
industrial de la década de 1970 (provocado por el avance mundial del capital financiero);
sino también con variantes propias de la crisis neoliberal de los años noventa
en la Argentina, daría lugar a otras quiebras y cierres de fábricas. Frente a
este escenario trabajadores fabriles con menos o mayor grado de organizaciones
políticas de izquierda dieron lugar a procesos de recuperación de fábricas que
en algunos casos terminaron en procesos de expropiación a favor de los
trabajadores. Estas fábricas recuperadas ensayan en mayor o menor medida una
organización social del trabajo más equitativa que se aleja del esquema
capitalista previo (Rebon, 2005).
Una acotación
necesaria aquí, es no pasar por alto la importancia que tuvo en la historia
social de nuestro país la ocupación de fábricas como reivindicación económica y
social a partir del golpe fusilador de 1955. “La ocupación del frigorífico
Lisandro de la Torre en enero de 1959 dio lugar a una huelga general por tiempo
indeterminado y una lucha de barricadas contra el ejército en el barrio de
Mataderos y tuvo una enorme repercusión social y política en la escena nacional Dos importantes plenarios sindicales, en La
Falda. (1957) y Huerta Grande (1960) consagraron a las ocupaciones y al control
obrero como puntos centrales de programa” (Heller, 2004, p. 10).
En realidad, lo
llamativo de las tomas de fábricas y los procesos de recuperación obrera que
finalizan en expropiaciones a partir del 2001 es lo escaso de su número en un
escenario de quebrantos generalizado que provoco el menemismo, con fábricas que
eran vaciadas y cerraban desde el año 1992 (Heller, Ob. Cit. p. 11).
En el Chaco algunas de
las empresas recuperadas bajo gestión que resistieron a procesos de quiebras y
vaciamientos son la Cooperativa de Trabajo y Consumo Inimbo Ltda. (textil), la
Cooperativa de Trabajo Unidos Ltda. (Frigorífico), Cooperativa de Trabajo y
Consumo La Prensa Ltda. (editora de El Diario de la Región), Cooperativa de
Trabajo El Parrillero Ltda. (gastronómica) y la Cooperativa de Trabajo y
Consumo Puerto Vilelas Ltda. (frigorífico) entre otras. Este proceso de
recuperación de la empresa se dio por la organización de los obreros, por la
decisión de los obreros de preservar sus fuentes de empleo.
El conglomerado Vicentin. Concentración y ¿Vaciamiento? Sí a la
expropiación.
A partir del recorrido
realizado sostenemos la necesidad de defender el proceso de expropiación de la
empresa Vicentin desde una perspectiva que defiende las condiciones de vida
para los trabajadores que son los que allí generan la riqueza.
Vicentín es una empresa
de capitales santafesinos que se posiciona como la principal en el negocio de
molienda de oleaginosas del país ya que cuenta con una capacidad de 29.500
toneladas diarias, siendo el 85% proveniente de exportaciones (Ámbito
Financiero 8/06/2020). En realidad, por sus características es un conglomerado
de empresas de diferente índole, ya que además de la base en Avellaneda, cuenta
con plantas productivas diseminadas por todo el país, Uruguay, Brasil y
Paraguay. Además, el grupo posee una empresa algodonera, el frigorífico Friar,
una fábrica de vinos, una planta que elabora productos lácteos (Agrovoz,
9/06/2020).
La facturación de
Vicentin S.A.I.C excedía hasta 2019, los u$s 4.200 millones anuales,
involucrando los siguientes negocios:
a) Molienda de
oleaginosas y producción de harinas y aceites: la que desarrolla en la Sociedad
Vicentin S.A.I.C. y sus sociedades subsidiarias Oleaginosa San Lorenzo S.A. y
Renova S.A., cuyos principales activos son: Planta Ricardone localizada en San
Lorenzo, provincia de Santa Fe, comunicada con el puerto propio a través de un
oleoducto y con una capacidad de procesamiento de 4.000 ton/día y versatilidad
para moler 3 tipos de semilla (soja, girasol y/o algodón). Plantas y Terminal
Embarque San Lorenzo, ubicadas en Santa Fe, con una capacidad de molienda
16.650 tns/día) y de embarque de 6.000.000 de toneladas anuales en la que
operan normalmente 270 buques al año sin limitación de dimensiones ni calado.
Planta Renova – Timbúes: ubicada en Timbúes, Santa Fe, con capacidad para moler
30.000 toneladas/día de grano de soja y un puerto con 2 muelles de cargas de
aceite, harina de soja y/o cereales, con capacidad de 13 millones de toneladas
anuales y 365,000 tons. de almacenaje y puerto de barcazas con capacidad de
descarga de 9.000 tons/hora.
b) Producción de
biocombustibles: Esta actividad constituye una integración de la primera ya que
a partir de aceites se obtiene biodiesel y glicerina, mientras que de cereales
(maíz/sorgo) se obtiene etanol y alimento para ovinos, aviar y porcinos en las
siguientes instalaciones: Plantas Biodiesel Renova, en San Lorenzo, Santa Fe,
linderas a la Terminal de embarque Vicentin y con capacidad de 500.000
toneladas anuales de biodiesel, 60.000 toneladas anuales de glicerina cruda y
100.000 toneladas anuales de glicerina refinada. Vicentin participa en un 33,33
% de la producción de estas fábricas. Capacidad de producción: 1.400 t/día.
Participación del 33.33% en planta de Patagonia Bioenergía S.A. con capacidad
de 500.000 toneladas/año de biodiesel. Capacidad de producción: 1.400 t/día.
Planta Etanol Vicentin, en Avellaneda, Santa Fe sobre base maíz/sorgo con
capacidad de elaboración de 69.000 m3 de etanol por año.
c) Comercialización de
granos: Complementando el negocio de crushing y aprovechando sus capacidades y
estructura de abastecimiento, puertos y almacenamiento, Vicentin comercializa
además maíz y otros cereales sin procesar los que adquiere localmente o importa
de países limítrofes, habiendo exportado cereales sin procesar por valor de u$s
104 millones de dólares en el ejercicio fiscal 2018.
d) Vicentin desarrolla asimismo otros negocios
menores entre los que se cuentan el embotellado de aceites comestibles a través
de su participación en la firma Renopack S.A (capacidad de producción 39
t/mes), la estandarización y purificación de lecitinas de soja a través de su
subsidiaria Emulgrain S.A., y la administración de puertos a través de su
subsidiaria Terminal Puerto Rosario S.A (Cichirillo, 8/06/2020).
Este emporio en
diciembre de 2019 hace un movimiento que sorprende a propios y extraños; Vicentin
cedió a la firma Renaisco -controlada por Glencore Agriculture el 16,67% de su
tenencia accionaria en Renova SA (un tercio de su participación en esa
empresa)- con el objeto de saldar deudas comerciales. Como resultado de la
operación, Glencore Agriculture pasó a ser el accionista mayoritario de Renova
con el 66,67% de las acciones, detentando del control de la firma. Esta
operación se dio a conocer a través de un comunicado oficial de Renova recién
después que Vicentín entrara en cesación de pagos. Dos días después de la
transferencia de acciones, Vicentín anunció a sus acreedores que se encontraba
en una situación de "estrés financiero" que no le permitiría hacer
frente a sus obligaciones, incurriendo en cesación de pagos a partir de ese
momento. Una situación que provocó un significativo perjuicio en el sector
agroexportador, al sector cooperativo, al fisco y a la banca pública con
quienes mantenía importantes deudas, resultando el principal acreedor el Banco
de la Nación, con quien tenía en ese momento un pasivo total de aproximadamente
18.500 millones de pesos. Más de la mitad de estas deudas golpean al sector
financiero nacional, principalmente a la banca pública (por financiamientos
otorgados), cooperativas y sus asociaciones, productores y otras firmas
agropecuarias a quienes Vicentín SAIC adquirió sus granos (acreedores
quirografarios) y el Estado por deudas impositivas y aduaneras (Cicchirillo,
8/06/2020).
Detrás de este
traspaso hay sospechas de procesos de vaciamientos puesto que en los últimos
años lejos de mostrar una situación de fragilidad, declaró un incremento de
hasta 42% en las ventas al exterior de granos, legumbres, harinas y aceites
entre las campañas 2015/16 y 2018/19, según cifras del Ministerio de
Agricultura (Ambito Financiero, 8/06/2020).
Más allá de estas
maniobras sospechosas de vaciamientos y evasión impositiva que están siendo
investigados, los motivos estratégicos para la expropiación parte de que es la
sexta compañía en el mercado de granos del país, cuya deuda total asciende a
cerca de $100 mil millones y que se encuentra en concurso de acreedores. Y que
es el mismo estado el mayor acreedor de la empresa. Pero principalmente porque
tiene aproximadamente 6.000 obreros que ya venían sufriendo las consecuencias
de los manejos empresariales con privaciones en las actualizaciones de
salario.
Reivindicamos así los
derechos de los trabajadores a mantener su fuente de trabajo sin sufrir las
consecuencias de la quiebra en curso. Por ello saludamos las manifestaciones de
los obreros en apoyo a la intervención estatal. Por otra parte, los mismos
denunciaron con claridad la situación que están viviendo: "Desde diciembre
de 2019, cuando se declaró el “estrés financiero”, no hemos obtenido respuestas
concretas por parte de los representantes de la firma sobre el futuro de la
empresa y de los puestos de trabajo. Fueron seis meses de puja constante por
recibir información certera y percibir las remuneraciones
correspondientes", indicaron desde el sindicato local (Página 12,
12/06/2020).
La expropiación es el
mecanismo para evitar la destrucción de las fuentes de trabajo al mismo tiempo
que para preservar la posición estratégica del estado en un sector clave de la
economía. Ahora bien, esta expropiación no puede dar lugar a capitales mixtos,
ni a la preservación de la lógica de acumulación de ganancia “flexible”
prevaleciente en el mundo actual.
La empresa estatal
recuperada bajo gestión obrera es el mecanismo para salvar sus deudas con el
estado y acrecentar la masa de obreros empleados. Esta es la posición estratégica
que defendemos luego del aprendizaje histórico al que nos ha sometido el
capital industrial en sus diferentes variantes. Aquí hemos tomado la historia
chaqueña como un aval para optar por este camino de recuperación en manos de
los trabajadores; únicos depositarios de la fuerza de trabajo.
Textos consultados y citados:
Marx, K. El Capital, Tomo I. Buenos Aires. Siglo
XXI. 2005
Harvey, D. La condición de la posmodernidad. Investigación
sobre los orígenes del cambio cultural. Buenos Aires. Amorrortu. 2005
Gramsci, A. Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y
sobre el estado moderno. Buenos
Aires. Nueva Vision. 1981.
Bitlloch, E. y Sormani,
H. Los enclaves forestales de la región
chaqueño misionera. En: Ciencia Hoy
el 30/01/1997. N° 37
Iñigo Carrera, N. El Problema indígena en la argentina. Razón
y Revolución N°. 4. 1998
Carrio, M. y Carlino,
A. De la Industria taninera al
desplazamiento de la actividad textil en la provincia del Chaco. Revista de
Ciencias Económicas. Unne. N° 9, septiembre 2012
Jasinski, A. La Forestal y el espejo de África. Las
lecciones que deja la política predatoria de La Forestal, a un siglo de la
rebelión histórica. El cohete luna. 20 de octubre de 2019.
Piconi, M. L. Ingenio Azucarero Las Palmas del Chaco
Austral: escenario de modificaciones en la estructura económica regional del
sector azucarero. Investigaciones sociales. Vol. 15. N° 26. Lima. Perú.
2011 Pp. 275-286.
Cicchirillo, M. Vicentin: historia de una estrepitosa caída
hasta la intervención. Eco365. 8/05/2020.
Rebon, J. Trabajando
sin patrón. Las empresas recuperadas y la producción. Buenos Aires. Clacso.
2005
Heller, P. Argentina 2000-2004. Fabricas recuperadas.
Buenos Aires. Ed. Rumbos. 2004